jueves, 28 de agosto de 2014

Reflexiones de una mente perturbada II.

Y él dijo esa palabra que empezamos a usar para no usar la otra, pero al final adquirió el mismo significado.
Y quise dar la espalda al cansancio que me da las cosas que pasan cuando no pasa nada.
Y conté hasta tres, pero él no quiso esconderse
Fue eclipsado por la luz de la destrucción que él conocía y que antes fue su hogar
Y quise contar hasta tres de nuevo, pero las matemáticas fallaron y ese sentimiento que se creía eterno aceptó sus incapacidades.

Y quise huir, pero mis piernas también fallaron y no me permitieron esconderme
Y me quedé ahí parada, viendo como los trocitos llegaban hasta mí y ensuciaban mis zapatos.
Esos zapatos que quise cuidar, para que la caminata con compañía dure más
Esa caminata que quise cuidar, para que al final del camino encontremos descanso
Ese final del camino al quise llegar, para que las cicatrices de las caminatas sin compañía ya no sientan rencor
Esas cicatrices que quise conservar, para recordar que mis brazos ya no luchan para mí
Estos brazos a los que lastimé en la búsqueda de su sanación.
Esa sanación que creí encontrar en ese sentimiento artificialmente eterno.


Ese sentimiento artificial que fue más real que el dolor.

jueves, 21 de agosto de 2014

El premio consuelo a las pestañas.

Arañame más fuerte esta vez
Tanto deseabas que tus garras se vuelvan filosas.
Arañame más fuerte, aunque sea con tus pestañas
Que siempre fueron opacadas por las mías.
Las que para vos eran largas y hermosas,
Pero nunca me sirvieron para volar.

Besame hasta hacer que traspase
Este mundo de responsabilidad limitada.
Estos ojos sin imaginación
Este cuerpo putrefacto.

Gritame más fuerte, que tus ojos ya no bastan.
Tu voz como pequeños cristales
Pulverizando mi cuerpo de papel mojado.

Arañame, haceme sangrar
Porque quiero escribir con mi sangre
Aquello que no pude grabar en tu piel.

Amame a los gritos, pero amame.
Aunque sea con rencor
Aunque sea un amor contaminado,
Dámelo.
Que mis manos mendigas
No quieren otra limosna.

Amame con arañazos
Grabame este sufrimiento.
Que cuando los gusanos me coman,
Hasta yo podré olvidarlo.