Todo lo que conoces
Se está convirtiendo en trozos
De mentiras desparramadas
Que nadie quiere reconocer.
¿No dirás nada?
Ves el sufrimiento
En los ojos de quienes amas
¿No dirás nada?
No es tu culpa niña, no lo es
Pero cuando miras sus ojos tristes
Sus manos cansadas
Sus abrazos más prolongados
¿No dirás nada?
¿No preguntarás, niña?
¿No compartirás tu dolor?
Solías hablarle a un árbol, ¿recuerdas?
Le contabas cosas y hacías preguntas
¿Guardará ese árbol tus secretos?
¿Los guardarás tú?
Estás a una llamada
Pero la distancia te pesa
en los huesos
¿No harás la llamada, niña?
Te alimentas de la frustración
De la añoranza
Del rencor
¿No los sacarás afuera?
¿No serás el refugio?
De aquellos que también tengan dolor
Para que puedan sacarlo afuera
Y respirar.
¿No los escucharás?
¿Te quedarás en silencio?
Apreciando la caída
¿Te quedarás en silencio?
Dime, niña
¿No has estado callada lo suficiente?
¿A dónde te ha llevado eso?
¿Te ha hecho feliz?
Si quieres que el silencio sea tu hogar,
Quédate en él.
Pero no hagas tu hogar de algo que te hace infeliz.
Si llevas toda la culpa a cuestas
¿No pedirás perdón?
En voz alta niña,
Que tus susurros no llegan a mis oídos.
Más fuerte, niña, no tengas miedo
¿Acaso no te lastiman las palabras atascadas en tu garganta?
Grita, niña, sácalo afuera
Llora tus penas
Pide tus disculpas
Declara tu amor
Que no siempre
El silencio concede.
No siempre sabrán que los amas
Que los extrañas
Que los apoyas
Que te duele
Que entiendes
Que perdonas
Si no dices nada.