Fue decisión mía, yo me quise ir. Yo sé que siempre entendiste esa necesidad de alejarme, de apartarme de ese lugar, yo sé que vos sabes que no te abandone, simplemente ya no podía.
Es tarde y no estás conmigo. No estás conmigo porque ya es tarde para no cambiar, y el cambio siempre fue inevitable. Y ahora, escuchando música que está en un idioma que no entiendo del todo, pero aun así me hace llorar; me doy cuenta de mi soledad.
No estás, ¿donde estás? ¿Dónde estoy? Ya no estamos tirados en el piso blanco discutiendo por estupideces, o sentados en "nuestro lugar" escuchando aquellas canciones que en ese entonces me hacían extrañar. Y ahora te extraño a vos, no fue un sentimiento planeado.
Mi ego decidió que te superaría y pasarías a ser un buen recuerdo. Después de todo, yo decidí irme. Sin embargo tu ausencia no se puede ignorar, no me olvido de aquella facilidad de mirar a la izquierda y encontrarte ahí, mirándome también. De aquel amor no correspondido que sentíamos los dos, del daño que nos hicimos por querernos tanto, de la felicidad que siempre arruinábamos.
No estás, no estoy. Fui ahí, fui allá, recorrí esos lugares sin vos. Volví a ver ese rastro del dolor que había sentido ese último tiempo, recordé nuestras manos enlazadas, mi cabeza en tu hombro, nuestros oídos sordos a los comentarios de los demás, nuestras notas en las páginas de atrás, tus regalos creativos, tu indiferencia, mis lágrimas, tus anécdotas y mis risas, nuestros 'te quiero' de reconciliación, nuestras peleas por celos, nuestros chats deprimentes, nuestro amor inmenso y abandonado por los dos.
Recuerdo que eras la base de mi mundo de cristal y que, sin vos, mi frágil fortaleza se hacía pedazos. Yo no estaba bien en ningún lado en el que no estuvieras, y ahora estoy en todos lados sin vos, ¿como estoy sobreviviendo? No sé, supongo que encontré otro punto de apoyo.
Soy feliz, tengo amistades sinceras, tengo un amor correspondido, estoy bien. Sólo que, quisiera que formes parte de esta felicidad. Espero que estés bien, sin esta chica depresiva que cuestionaba tu manera de llevar las riendas de tu existencia.
Te extraño, y me haces falta. Recordar nuestro corto tiempo juntos me hace sonreír entre las lágrimas, pues, ahora representan un pasado que duele por haber sido un presente feliz. Y estoy bien, estamos bien, simplemente estamos creciendo. Y no es mi primera separación, mucho menos la última.
Es tarde y estoy cansada. ¿Dónde estás? ¿Dónde estoy? Estamos en el mismo planeta, en el mismo continente, en el mismo país, incluso en la misma ciudad. Que cerca estamos, cuánta lejanía entre nosotros.
Total, que más da.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario