miércoles, 2 de mayo de 2018

Silencio.


Todo lo que conoces

Se está convirtiendo en trozos

De mentiras desparramadas

Que nadie quiere reconocer.

¿No dirás nada?

 

Ves el sufrimiento

En los ojos de quienes amas

¿No dirás nada?

 

No es tu culpa niña, no lo es

Pero cuando miras sus ojos tristes

Sus manos cansadas

Sus abrazos más prolongados

¿No dirás nada?

 

¿No preguntarás, niña?

¿No compartirás tu dolor?

 

Solías hablarle a un árbol, ¿recuerdas?

Le contabas cosas y hacías preguntas

¿Guardará ese árbol tus secretos?

¿Los guardarás tú?

 

Estás a una llamada

Pero  la distancia te pesa en los huesos

¿No harás la llamada, niña?

 

Te alimentas de la frustración

De la añoranza

Del rencor

¿No los sacarás afuera?

 

¿No serás el refugio?

De aquellos que también tengan dolor

Para que puedan sacarlo afuera

Y respirar.

¿No los escucharás?

 

¿Te quedarás en silencio?

Apreciando la caída

¿Te quedarás en silencio?

 

Dime, niña

¿No has estado callada lo suficiente?

¿A dónde te ha llevado eso?

¿Te ha hecho feliz?

 

Si quieres que el silencio sea tu hogar,

Quédate en él.

Pero no hagas tu hogar de algo que te hace infeliz.

 

Si llevas toda la culpa a cuestas

¿No pedirás perdón?

En voz alta niña,

Que tus susurros no llegan a mis oídos.

Más fuerte, niña, no tengas miedo

¿Acaso no te lastiman las palabras atascadas en tu garganta?

 

Grita, niña, sácalo afuera

Llora tus penas

Pide tus disculpas

Declara tu amor

Que no siempre

El silencio concede.

 

No siempre sabrán que los amas

Que los extrañas

Que los apoyas

Que te duele

Que entiendes

Que perdonas

Si no dices nada.

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