Sos un montón de imágenes mezcladas en un complot para llevarme a la destrucción.
Susurrás en mi oído sonrisas con sonido a te quiero. Me manejás con tu mirada de príncipe oscuro, y en este mundo no hay nada mejor que ser la doncella dispuesta a vivir en una torre, esperándote.
Pero cuando volteas tu rostro, tus cabellos claros me advierten que no podrás ir a buscarme, que en la mitad de camino perderás la batalla contra mis demonios y yo me quedaré en la torre mirando las paredes y hablando con las arañas.
No importa si es un segundo o toda una vida, pero después de bailar la danza de la lluvia en tus ojos de cielo; sé que quedaré con el vestido empapado y tu sonrisa de sol no podrá ayudarme.
Lo dijo ella: "No pueden estar juntos porque él es muy inocente para todos tus demonios. Le mostrarías el lado oscuro que él no conoce". Entonces puede ser que no seas un príncipe oscuro. Puede que no lo hayas sido, o que ya es tarde para no serlo.
Lo que sé con seguridad es que ya es tarde para estar despierta mientras camino por los pasillos con demasiada luz, que no combina con mi vestido negro.
Acaricio las paredes esperando que salgas con tu sonrisa inmaculada tirando a un lado tu camiseta ensangrentada, que agarres mi cintura y me susurres al oído una sonrisa con sonido a no me voy a ir.
Pero viene el mensajero de tu reino y me dice que se cancela el baile porque el príncipe estuvo muy feliz como para ver venir la luz o el vehículo.
Rompo mi vestido en pedazos, tiro el zapato por la pared y se rompe también, corto mi cabello con la tarjeta de invitación al baile. Corro por los pasillos con esa luz inútil que no me guía, hasta llegar al manzano.
Arranco la fruta y me despido de la ilusión de que me encuentres, yo iré a buscarte esta vez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario